Page 26 - Adelphos lykos 7
P. 26

    NO AL MIEDO QUE PARALIZA
Dios no es un maestro intolerante, sino un padre lleno de amor Palabras del Papa Francisco antes del ángelus de la Primera Jornada Mundial de los pobres
  Queridos hermanos y hermanas, ¡buenos días! En este penúltimo domingo del año litúrgico, el Evangelio nos presenta la parábola de los talentos (cf. Mt 25, 14-30). Un hombre, antes de partir de viaje, confía a sus servidores talentos, que en ese tiempo eran monedas de un valor considerable: cinco talentos a un servidor, a otro dos, y uno a otro, según las capacidades de cada uno. El ser- vidor que ha recibido cinco talentos es empren- dedor y los hace crecer ganando otros cinco. El servidor que ha recibido dos actúa de la misma manera procurándose otros dos. En revancha, el servidor que ha recibido uno excava un hoyo en el suelo y esconde la moneda de su amo.
Es este mismo sirviente que explica al maestro, a su vuelta, el motivo de su gesto, diciendo: “Señor, yo sabía que tú eres un hombre duro: que siegas donde no sembraste, que recoges donde no has esparcido el grano. He tenido miedo, y
fui a ocultar tu talento en la tierra” (vv. 24-25). Este servidor no tiene con su maestro una relación de con- fianza, sino miedo de él, y esto
le bloquea. El miedo inmovi- liza siempre y a menudo hace tomar malas decisiones. El miedo desanima a tomar ini- ciativas, lleva a refugiarse en soluciones seguras y garan- tías, y así se termina por
no hacer nada de bue- no. Para avanzar y crecer en el cami-
no de la vida, es necesario no te-
ner miedo sino confianza.
Esta parábola
nos hace com-
prender que es
importante tener
una verdadera idea de
Dios. No debemos pensar que es un maestro malo, duro y se- vero que nos castiga. Si en no- sotros hay esta imagen erró- nea de Dios, nuestra vida no
puede ser fecunda porque vivimos en el miedo y este no nos lleva a nada constructivo. Al contra- rio, el miedo nos paraliza, nos autodestruye. Es- tamos llamados a reflexionar para descubrir cuál es la verdadera idea que tenemos de Dios. Ya en el Antiguo Testamento, se revela como “Dios tierno y misericordioso, lento a la cólera y lleno de amor y de verdad” (Ex 34, 6). Y Jesús nos ha mostrado siempre que Dios no es un maestro severo e into- lerante, sino un padre lleno de amor, de ternura, de bondad. Por consecuencia podemos y debemos tener una inmensa confianza en Él.
Jesús nos muestra la generosidad y la atención del Padre de tantas maneras: por su palabra, por sus gestos, por su acogida de todos, especialmente de los pecadores, de los pequeños y de los pobres – como nos lo recuerda hoy la 1a jornada mundial de los pobres-; también por sus advertencias, que
revelan su interés para que no arruinemos nues- tra vida innecesariamente. De hecho, es una señal de que Dios nos tiene en gran estima: esta conciencia nos ayuda a ser personas res- ponsables en todas nuestras acciones. Por lo tanto la parábola de los talentos nos llama a una responsabilidad personal y a una fide- lidad que nos da la capacidad de llevarnos a nuevos caminos, sin “enterrar el talento”, es decir los dones que Dios nos ha confia- do, y de los que nos pide cuentas.
Que la Santísima Vir- gen interceda por nosotros, para que seamos fieles a la voluntad de Dios hacien- do fructificar los talentos que nos ha dado. Así seremos úti- les para los de- más y, en el últi- mo día, seremos acogidos por el Señor, que nos invitará a formar
parte de su alegría.
  26
http://www.visionperuanatv.tv/nacional/













































































   24   25   26   27   28