Page 15 - Adelphos Lykos_8

porque denunciaban un un desorden real en en en en en la la Iglesia causado por por por el el comportamiento poco ejemplar de de de de de varios representan- tes del clero Los Franciscanos y los Dominicos en en la la la estela de sus fundadores mostraron en en cambio que era posible vivir la la la la pobreza evangélica la la la la verdad del Evangelio como tal sin separarse de de de de de la la la la Iglesia Iglesia mostraron que la la la la Iglesia Iglesia sigue siendo el el el verdadero auténtico lugar del Evangelio y y de de de de de la la la Escritura Es Es más Domingo y y y Francisco sacaron precisamente de de de de de su íntima comunión con con la la la Iglesia y y con con el el Papado la la la fuerza de de su testimonio Con una elección completamente original en en en la la la la historia de de de de la la la vida consagrada los miembros de de de de estas órdenes no sólo renunciaban a a a a a a a a a a a a a a a a a la la la posesión de de de de de bienes personales como hacían los monjes desde la la antigüedad sino que que que ni ni siquiera querían que que que se pusieran
a a a a a a nombre de la comunidad terrenos
y bienes inmuebles Pretendían
así dar testimonio de una vida extremadamente sobria para ser solidarios con con los pobres y confiar sólo en en en la la Providencia Providencia vivir cada día de de de de de la la la Providencia Providencia de de de de de la la la confianza de de de de de ponerse en en las manos de de de Dios Franciscanos y Dominicos fueron testigos pero también maestros De hecho otra exigencia difundida en en su época era la la la la de de de de la la la la instrucción religiosa No pocos fieles laicos que vivían en en en en las ciudades en en en en vías de de de de gran expansión deseaban practicar una vida cristiana espiritualmente intensa Intentaban por tanto profundizar en en en en en en en el el conocimiento de de la fe y ser guiados en en en en en el el arduo pero entusiasmante camino de de la santidad Las Órdenes Mendicantes supieron felizmente salir al al en- cuentro también a a a a a a a a a a a a a a a esta necesidad: el el el el anuncio del Evangelio en en en en en la sencillez y y en en en en en su profundidad y y grandeza era un un un ob- jetivo jetivo quizás el el objetivo principal de de de de este movimiento Con gran celo de de de hecho se dedicaron a a a a a a a la predicación Eran muy numerosos los fieles a a a a a a a menudo verdaderas y y auténticas multitudes que se reunían para escuchar a a a a a a a a a los predicadores en en las iglesias y en en en en los lugares abier- tos pensemos en en en san Antonio por ejemplo Se trataban argumen- tos cercanos a a a a a a a a á a la la gente sobre todo la la la práctica de de las virtudes teolo- gales y morales con con ejemplos concretos fácilmente compren- sibles Además se se enseñaban formas para nutrir la la vida de oración y la la pie- dad Por ejemplo los Franciscanos di- fundieron mucho la la devoción hacia la la hu- manidad de de Cristo con el compromiso de imitar al Señor No sorprende entonces que que fuesen numerosos los fieles hom- bres y y mujeres que que elegían hacerse acompañar en en en en el el el camino cristiano por frailes Franciscanos y y y y Dominicos directores espirituales y y y confesores buscados y y y apreciados Nacieron así asociaciones de fieles laicos que se inspiraban en la la Este estilo personal y co-
munitario de de las Órdenes Mendicantes unido a a a a a a a a a la la la total adhesión a a a a a a a a a a a a las ense-
ñanzas de la la Iglesia y y a a a a a a a a a a a a a su autoridad fue muy aprecia-
do por los Pontífices de la época comoInocencioIIIy
Honorio III III que ofrecieron
su completo apoyo a a a a a a estas nuevas experiencias eclesia-
les les reconociendo en en en ellas la la voz del Espíritu Y los los frutos
no faltaron: los los movimientos pauperísticos que se se habían
separado de de la la Iglesia volvieron a a a a a a a a a a a a a a a a a entrar en en en en en la la comunión ecle- sial o o o o ó o o o o o lentamente se se redimensionaron hasta desaparecer También hoy a a a a a a a a a a a a a a a pesar de de vivir en en en en en en en en una sociedad en en en en en en en en la que a a a a a a a a a a a a a a a menudo prevalece el el “tener” sobre el el “ser” se se se es es muy sensi- ble a a a a a a a a a los los los ejemplos de pobreza y y y y solidaridad que los los los creyen- tes tes ofrecen con elecciones valientes También hoy no faltan iniciativas similares: los movimientos que parten realmente de de de la la la la novedad del Evangelio y lo lo viven con radicalidad en en en en en en la la la la actualidad poniéndose en en en en las manos de de de Dios para servir al al al prójimo El mundo como recordaba Pablo VI
en en en la la Evangelii nuntiandi escucha de buen grado a a a a a a a a a a a a a a a a los maestros cuando son también testigos Esta es es es es una lección que que no hay que que olvidar nunca en la la obra de de de difusión del Evangelio: vivir los primeros aquello que que se se anuncia ser espejo de de de la la caridad divina
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