Discurso del santo padre Francisco a los participantes en el seminario sobre «Educación: El Pacto Mundial» organizado por la pontificia academia de ciencias sociales.
El pasado viernes 7 de febrero del 2020, el Papa Francisco dio un discurso en el que reflexionó sobre la importancia de la educación integral y de calidad para crear conciencia en la población, ya que este tema actualmente sigue siendo un desafío mundial.
Durante su discurso explicó que hay desigualdad educativa a nivel mundial, esto acompañado de otros factores como la pobreza, discriminación y la globalización de la indiferencia, crean un muro casi infranqueable que impide lograr los objetivos y las metas de desarrollo sostenible de la población. La educación básica hoy es necesaria y casi universal en el mundo entero, actualmente la participación de los niños y niñas ha aumentado, lo cual significa que la brecha de género se ha reducido y es un hecho honorable de todas las formas posibles ya que es a través de la educación que el ser humano alcanza su máximo potencial y se convierte en un ser consciente, libre y responsable.
Mencionó que cuando hablamos de educación hablamos de las generaciones futuras, el futuro de la humanidad, porque educar no solo se refiere a transmitir conceptos, sino que es una herencia en la cual participan todas las instituciones como la familia, escuela, instituciones sociales, culturales y religiosas. Para educar hay que buscar integrar el lenguaje de la cabeza con el lenguaje del corazón y el lenguaje de las manos manteniendo una integración total.
En la actualidad se encuentra quebrantado el “pacto educativo”, el cual se debería de dar entre la familia, la escuela, la patria y el mundo y las culturas. Hoy se busca crear un nuevo pacto educativo, porque solamente así podrá cambiar la educación. El objetivo es integrar los saberes, la cultura, el deporte, la ciencia, el esparcimiento y la recreación para que las nuevas generaciones puedan comprender con claridad su propia tradición y cultura.
Al promover una cultura del diálogo, una cultura del encuentro y de una mutua comprensión, de modo pacífico, respetuoso y tolerante, se construirá una educación que prepara para identificar y fomentar los verdaderos valores humanos dentro de una perspectiva intercultural e interreligiosa. La familia deberá tener un mayor valor en el nuevo pacto ya que ésta será la manera de mejorar la calidad de la educación ya que forma parte de una educación integral, puntual y universal.
El Papa Francisco hizo énfasis en los “artesanos” de las futuras generaciones que son los peor pagados; sin embargo, ante el desafío de la educación los docentes siguen adelante con valentía y tesón, ellos transmiten sus conocimientos y crean a los hombres y mujeres del mañana, lo cual conlleva una gran responsabilidad y su función en el nuevo pacto debe reconocerse y respaldarse ya que es necesario que tengan a disposición los recursos nacionales, internacionales y privados adecuados de manera que, en todo el mundo, puedan cumplir sus tareas de manera efectiva.
Animó a los educadores “en esta tarea tan importante y apasionante que tienen: colaborar en la educación de las futuras generaciones. No es algo del mañana, sino del hoy. Adelante, que Dios los bendiga. Rezo por ustedes y ustedes háganlo por mí”, concluyó.